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Hace dos días que respiro la brisa de la laguna Setúbal, transpiro por los 37º a la sombra y pedaleo con ganas por calle 1º de mayo, a la siesta, cuando no están ni los gatos.
El reencuentro con una gran amiga de la adolescencia hizo que todos estos momentos vuelvan a la mente.
Desde el país del norte tengo más ganas que nunca de que nos tomemos unos tererés y meterle a la charla sin parar; ya está agendado para la vuelta. Abrazote enorme Sol, la chochera es inmensa.
Acá va mi flashback para vos con todo cariño:
Qué buenos son los recuerdos cuando alimentan el corazón y te estampan una sonrisa.
Qué emotivas tus palabras, si fue un volver a vivir, pero muy bien expresado. Me encantó y me trajo nostalgias, por primera vez Cristi
ResponderEliminar“la Setúbal”… cuánto hace que oía hablar de ella… inmensa masa de agua que nos separaba de la bellísima “Piedras Blancas”… arena, música, motos… ese es mi recuerdo más nítido.
ResponderEliminarSi viajar a nuestros tiempos vividos nos hace más jóvenes y a la vez nos reconocen como más sabios, porque ya han transcurrido y de ellos has aprendido… guaauu tendríamos que sacar un boleto de tren como hay (o sigue habiendo) en Europa y hacernos una escapadita de vez en cuando.
Bellísimas tus palabras, hermanita.
OK, morí con el video... ¡obvio! Qué lindas esas cosas que generan flashbacks... ¡qué lindas!
ResponderEliminarNoly.